Comodoro Rivadavia, ciudad portuaria ubicada en la Patagonia argentina, fue fundada en 1901 como salida de la producción agropecuaria de la meseta patagónica. En 1907 se descubrió petróleo modificándose el modo de ocupación territorial, dado que las empresas petroleras, estatal y privadas, crearon diferentes pueblos distantes desde los 3 hasta los 27 kilómetros a las afueras del casco histórico. En 1963 cambios en las políticas petroleras afectaron a las empresas privadas que decidieron desprenderse de lo vinculado a la infraestructura social (viviendas, cines, hospital, parques) quedándose con los espacios industriales. En la década del setenta esas construcciones pasaron a ser parte del ejido urbano como barrios.

 

A inicios del siglo XXI se inició en la ciudad un movimiento patrimonialista desde esas propias comunidades, esos barrios con pasado industrial petrolero y ferroviario que comenzaron a reclamar al gobierno local por la reutilización de los espacios en desuso vinculados a la industria, para su utilización en circuitos patrimoniales industriales y usos culturales.

 

En 2014, el municipio declaró cinco barrios -ex pueblos petroleros unidos por el ferrocarril- como patrimonio cultural de la ciudad de Comodoro Rivadavia, con el objetivo de inventariar sus bienes para preservarlos e incorporarlos en circuitos turístico culturales. Así se inició un trabajo colaborativo con investigadores de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco que propuso una colección de 5 libros, uno por cada barrio.

 

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