En medio siglo, entre 1901 y 1955, Comodoro Rivadavia pasó de ser un caserío, levantado en torno a un pequeño muelle y con numerosos campamentos y pueblos petroleros en sus alrededores, a ser la capital de la Gobernación Militar. Ello implicó la ejecución de grandes obras públicas y la existencia de una maquinaria estatal dispuesta a lograrlo. El hallazgo del petróleo en 1907 indudablemente cambió su destino hasta consagrarla como la “Capital Nacional del Petróleo Argentino”.
La disposición del trazado original de 1901 pensado para Comodoro Rivadavia fue la grilla infinita y racional, instrumento que permitiría articular el territorio a partir de un frente costero, de aproximadamente 30 kilómetros, que se convirtió en el eje ordenador de la ciudad ferro-portuaria y petrolera. El relieve quebrado de mesetas, terrazas y cañadones que rematan en la franja costera o litoral marítimo influyeron en la configuración urbana de Comodoro Rivadavia desde el momento en que se decidió su fundación. Una ciudad portuaria que exigió la construcción de muelles y depósitos que ocuparon la ribera de la ciudad organizando el acceso a la misma.
Desde la etapa fundacional los pobladores hicieron grandes esfuerzos y vivieron verdaderas odiseas para dotar de los servicios indispensables y convertir a la ciudad en un lugar para instalarse desafiando la topografía, el rigor climático y el aislamiento, pero en la que también había que definir cómo ordenar la vida urbana.
Cada una de las fuentes (planos, mapas, fotografías, anuarios, memorias, etc.) ha permitido mostrar aspectos de la vida urbana de Comodoro Rivadavia que han sido interpretados en la búsqueda de la comprensión del proceso de estructuración de la ciudad relacionados con sus coyunturas históricas, políticas, económicas y sociales.